mi mamá (Marcela Islas Anaya) ha muerto
mi perro (Azul) ha muerto
mi gato (Gabriel) ha muerto
mi vida se muere todos los días
lunes, 27 de enero de 2014
conjugación ruin
martes, 21 de enero de 2014
Soy un extremista
"La posición que sostenemos - la posición abolicionista - a menudo se califica como "extrema", y a aquellos que la sostenemos se nos califica de "extremistas". Sugiriendo que las posiciones extremas no pueden ser correctas, y que los "extremistas" deben estar equivocados.
Pero yo soy un extremista en lo que respecta a la violación - yo estoy en contra de eso todo el tiempo-.
Yo soy un extremista cuando se trata de abuso de menores - yo estoy en contra de eso todo el tiempo-.
Soy un extremista en lo que respecta a la discriminación sexual, la discriminación racial - yo estoy en contra de eso todo el tiempo-.
Soy un extremista en lo que respecta a los abusos a los ancianos - yo estoy en contra de eso todo el tiempo-.
Soy un extremista en lo que respecta a la explotación de animales - yo estoy en contra de eso todo el tiempo-.
La cuestión es, que la ética a menudo es extrema, y debe serlo, porque cuando la injusticia es absoluta, entonces hay que oponerse a ella - Por supuesto."
miércoles, 15 de enero de 2014
Por qué esterilizarse
- Del mismo modo que abogamos por esterilizar a los animales “de compañía” para evitar camadas indeseadas, veo indispensable controlar la natalidad humana. No tengo especialmente lo que se llama “instinto maternal”, pero, si lo tuviera, adoptaría en lugar de crear alguien nuevo.
- No querer hijos no es egoísta. Crear alguien que no ha pedido nacer sí que lo es. Quien no nace no sufre daño alguno ni se pierde nada (porque no existe). La decisión de tener hijos (si son deseados, que no siempre es el caso) responde a intereses de otras personas. Os invito a leer este excelente artículo al respecto http://www.nacion.com/archivo/inconveniencia-nacer_0_1228477228.html
- Decidir traer niños en este mundo no es una decisión de amor. No se ama a quien no está ni siquiera concebido. Se traen porque la gente tiene ganas de ello. Y punto. Eventualmente, se quieren luego. Copio de Eneko Pérez: “Me resulta obsceno ver a madres rodeadas de no uno, ni dos sino de varios hijos que consumirán carne y vestirán ropa fabricada por niños esclavos en otros lugares sin parecer importarles nada, sin haber intentado siquiera adoptar niños o animales no humanos llenándose la boca de todo ese amor que se considera innato a cualquier madre.”
- Siguiendo mi manera de ver las cosas, quiero contribuir a un mundo más justo para todos. Si tenemos un hijo, no hay ninguna manera de estar seguro que este hij@ será vegan@, o sea, que será lo menos dañino posible para los demás. Es más, es muy probable que no lo sea, ya que solemos hacer/pensar lo contrario de lo que hacen/piensan nuestros padres. A raíz de un nacimiento se van a crear generaciones y generaciones de personas que van a seguir consumiendo productos animales. Por lo tanto, reproduciéndome, contribuyo directamente a la explotación y a la muerte de miles y miles de animales. Se estima que un humano consume unos 90 animales al año, estimación, ciertamente, muy por debajo de la cifra real, ya que no estima los animales marinos en general, ni tampoco los animales matados de manera “colateral” debido a la pesca, a los transportes, etc. Bien, ahora imaginando que tengo 2 hijos que a su vez tendrán 2 cada uno, en unos 70 años de vida habrán contribuido a matar, como mínimo a 37.800 animales. Como MÍNIMO. Y así siguiendo generación tras generación. Yo no quiero ser responsable de estas muertes.
- Además del consumo inevitable de productos animales, y del inmenso sufrimiento que conlleva, estos nuevos humanos van a consumir, gastar recursos, contaminar, etc.
- A los que no queremos hijos, se nos opone a menudo el argumento: “pero si vosotros no hacéis hijos, quién?”. Este argumento no es válido, lo que importa es inculcar valores a las nuevas generaciones, no crearlas. Un maestro de escuela a lo largo de su carrera habrá influido en muchas más personas que unos padres de familia.
- Vistas las reformas de la Ley del Aborto y las tentativas de reducir el acceso a la contracepción oral, no vamos a poder tener control de nuestros cuerpos. De hecho, están quitando también el acceso a la vasectomía gratis para los hombres. Razón de más para decidir que a mí no me impondrán nada.
- Esterilizarme es una decisión irreversible, sí. Tener hijos también. Parece increíble que los que no queremos reproducirnos tengamos que justificarnos tanto.
miércoles, 8 de enero de 2014
domingo, 5 de enero de 2014
Tu recuerdo es vena abierta
"Escribir el dolor para proyectarlo, para actuar sobre él con la palabra, por no llorar tan adentro, tan a escondidas".
viernes, 3 de enero de 2014
Habré de perderme a mí ya que en el mí se aloja todo dolor
Habré de perderme a mí ya que en el mí se aloja todo dolor. Digo dolor
para nombrarlo, exorcizarlo, y en el nombre me digo, para exorcizar al
mí. Escribo el mí para que resbale hacia la página, pero se me pega a
los dedos y no acierto, no acierto a diluir en la tinta el llanto. A
sacudidas me digo, a sacudidas, la letra, y luego...
Contra lo
irremediable me alzo, alzo el grito, contra lo irremediable. Vago por el
mundo dejando un rastro de gritos. Cada saludo, un grito; cada sonrisa,
un grito. Mi sonrisa oculta el primer grito del mundo, el único, el
mismo, aquél que brota en el final, cuando ya nada importa.
Intrusa
de mi mundo y del ajeno, no hallo lugar para el descanso. La fe de los
comienzos, no; el perdón, no. Sólo el balbuceo. La salvación, no. Sólo
el balbuceo. Después del grito, el balbuceo. Asolada, el balbuceo.
Mis pasos doblándose hacia dentro. La mente desposeída de estrategias. Sólo el balbuceo.
Dolor, ni tan siquiera –palabra sin sentido.
No abro las cortinas. Ninguna cortina. La habitación a oscuras.
Málaga,
Damasco, Delhi... en todas las ciudades la vida me es ajena. Todas las
ventanas son la misma ventana. Todas las aceras reciben el mismo cuerpo.
La misma soledad cayendo, excesiva. Morir es un exceso. Me ex-cedo.
Balbuceo.
Sigo alimentándome tan sólo para poder decir el exceso.
A contra-vida. Abajo. Y a nadie que esté vivo ha de importarle lo que
digo. No es más que un murmullo soterrado, apenas inquietante.
Chantal Maillard en el blog de Stalker
miércoles, 1 de enero de 2014
la desmemoria obligada
Escribir que te extraño, en eso se me va la vida y el tiempo. No escribir sobre tu recuerdo me detiene los llantos pero sólo los acumula y los hace estallar en las noches de insomnio. No puedo imaginar los lugares a los que te gustaba ir, ni escuchar tu música, tampoco puedo disfrutar del cine ni de un atole de guayaba. No puedo oler la tierra mojada sin que la pausa se me colapse. Vivo una terrible auto-provocación de amnesia.
Como pensarte me duele en lo más profundo de la existencia, hago todo lo posible para no hacerlo, esa es la verdad, y eso sólo me hace más miserable.
Sé cómo se viven las muertes pero no sé cómo se sobrevive a las ausencias sin que el luto me mutile las ganas poco a poco.
Pasa el tiempo y yo todavía no sé cómo vivirlo sin ti.
Pasa el tiempo y que hayas muerto me amarga y me deprime.
Tu muerte me ha convertido en otra, la que nunca hubiera querido ser: la desmemoriada