miércoles, 29 de diciembre de 2010

domingo, 26 de diciembre de 2010

D. cuando (me) encuentro con los brazos vacíos, me autoextiendo y logro abrazarte la letra.

IMRE KERTÉSZ

Sólo quiero decir, pues, que prestemos atención al zumbido del motor y que aprendamos a distinguirlo de los ruidos cósmicos del universo, leves y poco a poco ya apenas perceptibles, en que todos los lamentos y todos los gritos de júbilo de la tragedia humana ya parecen perderse sin eco alguno. La historia no ha llegado a su fin, al contrario: según sus tendencias, absorbe y aísla al ser humano más que nunca de su ámbito natural, del escenario universal de su destino, de sus fracasos y elevaciones y ofrece a cambio un olvido que a cada instante se extiende más y más, la amnesia total, la disolución completa en la totalidad de la historia, en el transcurso histórico temporal. Pone en juego todo el instrumentario de su moralidad falsa y falsificadora, todos los ardides de la técnica total del lavado de cerebro destinado a propiciar el conformismo. Pues resulta tan fácil condenar y rechazar nuestra época rebosante de acontecimientos apocalípticos y tanto más difícil resulta convivir con ella e incluso aceptarla y decir de ella con un esfuerzo espiritual valiente: es nuestra época, nuestra vida se refleja en ella. A todo esto, tengo la sensación de que el momento, el presente en el que -como en todo presente- el tiempo parece amontonarse, nos pide precisamente esta elección. Por el momento sólo vemos sus dolores de parto; el siglo se debate, enfermo, en su celda, lucha consigo mismo: ¿debe aceptar o rechazar su existencia propia, su forma de vida, su saber? Y mientras se revuelca atormentado se ve afectado ora por la violencia, ora por la conciencia de culpa paralizante, por la sublevación enfurecida o por los ataques escalofriantes de la impotencia depresiva. No posee la conciencia lúcida de su existencia , no conoce su objetivo ni su tarea en la vida, ha perdido la alegría creativa, su duelo edificante, su productividad. Se siente, en resumen, desdichado.

El ser humano debe encontrar el camino de vuelta a sí mismo, debe convertirse en persona e individuo en el sentido de existencia que tiene esta palabra. El ser humano no nace para desaparecer en la historia como pieza desechable , sino para comprender su destino para arrostrar su mortalidad y -ahora oirán de mí un concepto verdaderamente anticuado-para salvar su alma.

domingo, 19 de diciembre de 2010

sábado, 18 de diciembre de 2010

Ellen Kooi







María Cañas


viernes, 17 de diciembre de 2010

D. ColectivoCulturaAnimalia

ColectivoCulturaAnimalia

La fidelidad es la constancia de respetar al otro. La vida compartida con un perro es la compañía más pura. Cuando un hombre se sabe, lo proyecta. Es un hombre que traspasa especies y percibe la fidelidad. Quien adopta un perro, conoce la lealtad.

martes, 14 de diciembre de 2010

lunes, 13 de diciembre de 2010

D. 28 años.

El mejor regalo de cumpleaños: el aniquilamiento de las expectativas que provoca el tiempo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

D. Adopciones


Los gatos tienen una absoluta honestidad emocional, su compañía es un aprendizaje constante. Vivir con un gato es conocer la complicidad. Un gato te percibe, te siente. Quien adopta un gato, adopta una vida sensitiva.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Cildo Meireles










miércoles, 8 de diciembre de 2010

domingo, 5 de diciembre de 2010

Simone Weil.

"Perder a alguien: se sufre porque el ausente, o el muerto, se convierte en lo imaginario, es decir: lo falso. Pero el deseo de él no es imaginario. Descender hasta dentro de sí mismo, hasta donde reside el deseo que es real."


sábado, 4 de diciembre de 2010

viernes, 3 de diciembre de 2010

D. cuando una H. no es muda: D-es-nuda.

Acariciar de cuerpo imaginario: eso es tu letra.
Cuando me la lee un amante:
es un acariciar de cuerpo que no se acaba.

jueves, 2 de diciembre de 2010

D. cuando hace frío y tiempo.

Nada hay ya en mí que pueda interesarte.
Ni la sonrisa. Ni su cuerpo.
Ni el delirio. Ni su beso.
Ninguna de las partes que te he prestado para saltar.
Allá, del otro lado.

Nada hay ya en mí que pueda interesarte.
Pues yo, ya soy Otra.
Distinta a la que era.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Fernando Vallejo

Ayer vimos a Fernando Vallejo, lo oímos. Aquí la crónica visual y un recuento de sus varios discursos.







"Los animales no son cosas y tienen alma y no son negociables ni manipulables y hay una jerarquía en ellos que se establece según la complejidad de sus sistemas nerviosos, por los cuales sufren y sienten como nosotros: la jerarquía del dolor. En esta jerarquía los mamíferos, la clase linneana a la que pertenecemos nosotros, está arriba. Mientras más arriba esté un animal en esta jerarquía del dolor, más obligación tenemos de respetarlo. Los caballos, las vacas, los perros, los delfines, las ballenas, las ratas son mamíferos como nosotros y tienen dos ojos como nosotros, nariz como nosotros, intestinos como nosotros, músculos como nosotros, nervios como nosotros, sangre como nosotros, sienten y sufren como nosotros, son como nosotros, son nuestros compañeros en el horror de la vida, tenemos que respetarlos, son nuestro prójimo. Y que no me vengan los listos y los ingeniosos que nunca faltan a decirme ahora, para justificar su forma de pensar y de proceder, que entonces no hay que matar un zancudo. Entre un zancudo y un perro o una ballena hay un abismo: el de sus sistemas nerviosos."

"El dolor es un estado de conciencia, un fenómeno mental y como tal nunca puede ser observado en los demás, se trate de seres humanos o de animales. Cada quien sabe cuándo lo siente, pero nadie se puede meter en el cerebro ajeno para saber si lo está sintiendo el prójimo. Que los demás lo sienten lo deducimos de los signos externos: retorcimientos, contorsiones faciales, pupilas dilatadas, transpiración, pulso agitado, caída de la presión sanguínea, quejas, alaridos, gritos. Pues estos signos externos los observamos tanto en el hombre como en los mamíferos y en las aves. Aunque la corteza cerebral está más desarrollada en nosotros y este mayor desarrollo es el que nos permite el uso del lenguaje, el resto del cerebro en esencia es el mismo en todos los vertebrados pues todos procedemos de un antepasado común. Así las estructuras cerebrales por las que sentimos el hambre, la angustia, el miedo, el dolor, las emociones son iguales en nosotros que en el simio, en el perro o en la rata. ¿Cuántos millones de simios, de perros y de ratas hemos rajado vivos para llegar a estas conclusiones?"

"Los que cazan animales para quitarles las pieles, los «tramperos», los agarran en trampas metálicas que les destrozan las patas. Luego les introducen un palo en el hocico abierto por la angustia de la agonía, y herido e inmovilizado el animal, pisándole las patas traseras lo asfixian por presión en el cuello y en la caja torácica. Toda la paciencia y la calma para producirles la muerte sin ir a maltratar la mercancía."

"Las corridas de toros, las peleas de perros, las peleas de gallos, el tráfico con los animales, las tortugas de la Amazonia convertidas en objetos decorativos de carey y los zorros y los caimanes cazados para hacerles abrigos con sus pieles a las putas y cinturones y zapatos a los maricas y a las respetables señoras de la más alta sociedad que van a misa los domingos. ¿Y qué dice de todo esto el Papa? ¿Por qué no excomulga a los que participan en esos espectáculos infames? ¿Y a los maestros de biología que practican la vivisección y rajan sapos vivos en las escuelas dizque para enseñarles a los niños el funcionamiento del sistema nervioso? ¿Y a los que torturan animales en los circos? ¿Por qué no dice nada de las vacas y los toros y los terneros y los cerdos acuchillados en los mataderos? El que viaja en jet privado y habita en palacios y castillos atendido como un rey con Guardia Suiza no dice una palabra. No levanta su voz. Calla. Este Papa besapisos es un alcahueta de la infamia. Y se entiende, es el derecho canónico, es su Iglesia, su tradición, la de Pío Nono, el infalible. Hoy le pide perdón a Galileo, al que iban a quemar vivo en una hoguera, porque la tierra siempre sí resultó girando en torno al sol, y a los protestantes y a los musulmanes y a cuantos combatió y masacró su Iglesia. Ya vendrá otro como él cuando el actual se muera a pedir perdón por las iniquidades y las irresponsabilidades de éste."

"Dios no existe. Dios es un pretexto, una abstracción brumosa que cada quien utiliza para sus fines y acomoda a la medida de su conveniencia y de sus intereses. Caprichosa, contradictoria, arbitraria, inmoral, la religión cristiana no tiene perdón del cielo, si es que el cielo es algo más que el atmosférico. Una religión que no considera a los animales entre nuestro prójimo es inmoral. Por inmoral hay que dejarla. A los que están en ella no les pido, sin embargo, que la dejen porque ya sé lo que es el vacío de la vida y el espejismo del cielo y la fuerza de la costumbre. Pero entonces sean consecuentes y aprendan de Cristo: no se reproduzcan, así como él no se reprodujo; y absténganse de la cópula con mujer, así como él se abstuvo."
"El hombre no es el rey de la creación. Es una especie más entre millones que comparten con nosotros un pasado común de cuatro mil millones de años. Cristo es muy reciente, sólo tiene dos mil. Al excluir a los animales de nuestro prójimo Cristo se equivocó. Los animales, compañeros nuestros en la aventura dolorosa de la vida sobre este planeta loco que gira sin ton ni son en el vacío viajando rumbo a ninguna parte, también son nuestro prójimo y merecen nuestro respeto y compasión. Todo el que tenga un sistema nervioso para sentir y sufrir es nuestro prójimo."