sábado, 30 de julio de 2011

Y entre tanto y tanto:
él me ha brindado la sexta oquedad de su nombre:
la que sin preguntarle me decidí a habitar.

Igual
a saberse en rojo
y pensarse en azul.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mi nombre, ahora,
completo está.

Gracias, querida d.