miércoles, 1 de enero de 2014

la desmemoria obligada

Escribir que te extraño, en eso se me va la vida y el tiempo. No escribir sobre tu recuerdo me detiene los llantos pero sólo los acumula y los hace estallar en las noches de insomnio. No puedo imaginar los lugares a los que te gustaba ir, ni escuchar tu música, tampoco puedo disfrutar del cine ni de un atole de guayaba. No puedo oler la tierra mojada sin que la pausa se me colapse. Vivo una terrible auto-provocación de amnesia.

Como pensarte me duele en lo más profundo de la existencia, hago todo lo posible para no hacerlo, esa es la verdad, y eso sólo me hace más miserable.

Sé cómo se viven las muertes pero no sé cómo se sobrevive a las ausencias sin que el luto me mutile las ganas poco a poco.

Pasa el tiempo y yo todavía no sé cómo vivirlo sin ti.

Pasa el tiempo y que hayas muerto me amarga y me deprime.

Tu muerte me ha convertido en otra, la que nunca hubiera querido ser: la desmemoriada


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