domingo, 27 de febrero de 2011

R-ojo


Hay un palpitar momentáneo que resulta idéntico a un lamento felino:
es la incapacidad de saberse,
un felino que una vez fue libre,
una lágrima que pierde su tonalidad:

un ojo rojo,
una in-continuidad.

Hay un pálpito estruendoso.

Como un maullido solitario
se pinta doloroso el tono rojo

y
aparece el oso.



Dolor-oso ojo rojo
es la lágrima que abriga

duele la lágrima que dejó de ser para el oso
duele el tono rojo



Y hace frío y tiempo
que las flores no nos d-vuelven al cuerpo

1 comentario:

Stalker dijo...

Precioso, D., era justo lo que necesitaba...

no pierdas esa letra y el guión que nos des-letra, que nos arranca de la letra madre, de la roca viva, de la ilusión de permanencia, y nos hace transgredir todos los marcos...

un abrazo fuerte