domingo, 1 de mayo de 2011

Aprendiendo a darle valor a los objetos

Una de las mujeres de mi casa escribió: recordando algo que leí de Lacan que dice que el inconsciente se estructura como el lenguaje vine a dar con pensar en un "objeto valioso" para cada quien. ¿Me ayudas?

Ella empezó:

Un "objeto valioso" para...

Dulce: un pedazo de papel y una pluma. Que busca desesperada en su bolsa cuando la comunión entre algo que lee y algo de ella misma se crea.

Axelle: un día sin escuela, un mallón entallado y la barriga de su papá.

Enya: un bra para adolescentes, un libro que no sea de la escuela, unas pinzas para depilar cejas.

Para mí, Graciela: un autobús, una bolsa grande, un encendedor, un punto A y un punto B.


Marce, la mamá de Dulce: Un programa de pesquisas y cualquier cosa que pueda poner en las manos de su madre.


Yo seguí:


Para Katya mi hermana: Una cámara fotográfica que extraña: para retratar historias en el momento, historias que cree no son suyas y que cuando está lejos las siente de ella. Un ipod con audífonos que no destruyan las melodías.


Lety: una bicicleta, un juego de mesa, una bolsita pequeña que se cuelgue al cuello para sentir que no pierde lo valioso y que tiene lo necesario, un bocho rojo y una naranja con sal.


Efren: su moto y una caja llena de herramientas. También una ventana.


Aro: una cajita de chiclet´s canel´s, unos binoculares y la mano de su hijo.


Maguis: un vaso de coca-cola , un peluche. Unas piernas-brazos en las que pueda recostarse y sentirse amada.


Para A.: un suéter negro y un pantalón gris.


Para D.: también podría ser un autobús, una bolsa grande, un encendedor pero no un punto A y punto B.

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