domingo, 17 de junio de 2012

Yoko: La historia de una bebé nacida en criadero




Para contar la historia de Yoko, tendríamos que contar la historia de miles de perros y otras especies, que, como ella, han sido explotados por criadores sin escrúpulos, padeciendo sufrimiento y esclavitud, fomentada y perpetuada por aquellos que compran un ser sintiente.

Yoko nació aproximadamente en el mes de julio de 2011, ella nació con sus dos ojos, con un problema de una hernia, el criador acudió con el médico veterinario hasta el mes de octubre, 3 meses después, Yoko presentaba una fuerte lesión en el ojo izquierdo, parte del ojo ya estaba necrosado debido a una infección muy avanzada.

El 5 de octubre se sometió a la cirugía de su hernia y la primera del ojo en la que lamentablemente se lo tuvieron que quitar. Cuando al criador se le informa que la perra no podría ser utilizada como pie de cría debido a la debilidad de los músculos del abdomen, el tipo les pidió que la mataran que
a él así no le servía o bien, que se la entregaran para ir a tirarla por alguna colonia, argumentando que como era "fina" que más de alguna persona la atendería porque a él no le servía más.

Yoko fue liberada el 14 de octubre de 2012. Ahora vive su vida en un hogar donde la respetan, aman y cuidan.

Al darle atención veterinaria, en una revisión general, el diagnóstico no fue nada bueno, sus oídos estaban infestados de ácaros por lo que también le resultó afectado el canal auditivo del lado izquierdo y muy baja de peso.

El 21 de octubre Yoko fue sometida a una segunda cirugía del ojo y a una tercera del ojo debido al absceso que le provocó la sutura y esterilización del 15 de marzo de este año, y a la fecha aún no se le desintegra la sutura y le está ocasionando problemas, sigue padeciendo la infamia de la explotación, de la industria de la compraventa de seres sintientes desde su nacimiento. Yoko padecerá siempre enfermedad, su piel, su pelo no serán saludables, si vista y su oído irán disminuyendo gradualmente, Yoko padecerá toda su vida la desnutrición y la explotación de ella y su madre.

Comprar un animal es condenar a miles a una vida miserable, llena de sufrimiento en manos de criadores que lucran con la vida, que explotan y atropellan los intereses de animales inocentes.

No compres. Adopta, esteriliza y ayuda a los animales que lo necesiten.

Está en tus manos detener la explotación y evitar que así como Yoko, más animales sean usados y vendidos como objetos.

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