Corazón híbrido

Hoy conocí de cerca un no-aullido, un no-ladrido. 
Hoy sentí una flor de luto en el pecho mientras veía los ojos de un lobo que no es lobo, de un perro que no es perro. De un corazón reducido.


Hoy, será en mí un siempre,
de esos siempres que no jugarán a desmemoriarse:
recordando al Otro que ya no es. Que nunca ha sido.


El que fue arrebatado de sí. El que nunca se supo mas que capricho de otros. 


Acudir a él fue la hibridación de mis sentidos.


Le llaman a él perro-lobo, le llaman híbridro. 


Como el corazón de mi madre.

Corazón híbrido, hoy.